lunes, 15 de marzo de 2010

Haciendo el amor con los 5 sentidos

He acariciado tu figura por fortuna de estas manos que dotan a mi cuerpo del gusto de tocar aquello que se le antojan. He sorteado los más bellos y cálidos rayos de sol que, juguetones, se entrecruzaban entre los huecos existentes entre dedo y dedo. Sí, son cinco para que, como si de un peine se tratase, ponga en orden o desorden aquel cabello que quiero que me atrape para siempre. Y, si por si todo esto fuera poco, tengo otros cinco para los más caprichosos antojos.

¿Quién no ha hecho alguna vez el amor con el viento? Me refiero a dejarse llevar e intentar coger el fenómeno atmosféricamente natural, invisible e inalcanzable que existe. Confieso que siempre me he sentido presa por la sensación que producía en mi piel dicho amor platónico que penetraba por cada poro de mi piel y, una vez conseguido el escalofrío pertinente o el desorden emocional de mi cabello, marchaba para continuar su camino.

Es hermoso cómo ciertas partes de tu cuerpo te hacen ver cada minúsculo detalle y apreciar que merece la pena conocerse asi mismo y el mundo que nos rodea. Dicen que una mirada vale más que mil palabras y eso es una verdad como un templo; cuántas veces hemos leído, visto en películas o escuchado contar lo extraordinario que es amar y ser amado o lo doloroso que es amar sin ser correspondido…quizás tantas que parece que hemos vivido un momento que jamás ocurrió. Pues jamás se corresponderá con los ojos que nos vanaglorian y nos transmiten un amor tan cálido que haría llorar de alegría a cualquiera que cautiva los observase.

Sin embargo, por otra parte, el gusto hace que nuestro apetito sea el del más glotón y salvaje catador. La vida sería demasiado triste y, no dudo incluso de que perdiera cierto color mágico, si no pudiera saborear la miel de unos labios, el gusto salado de snak en los dedos…beber es una necesidad y una prioridad para vivir y yo bebo vida y, a la vez, agua pero a veces no abuso para que el rico manantial de tu alma no se agote jamás. La verdad, no sé cuál me sacia mejor pero al menos sé diferenciar cuál tiene mejor gusto. Releyendo mi frase puedo apreciar cómo siempre se le puede sacar el lado más erótico a las palabras pero, para ahorrarle el trabajo a los críticos y teóricos, aclaro que mi intención no era esa. No estoy hablando para nada de sexualidad sino simplemente de vivir a través de un mundo de gestos y sensaciones que llenan mi ser y mi mundo gracias a personas, situaciones naturales, actos inconscientes…

A su vez, el olfato me transforma en un animal depredador y clasificador de aquel olor agradable o pestilente. Simplemente mi cabeza y su genialidad crea una etiqueta para cada emoción contenida en frascos de colonias imaginarios, sabe distinguir entre lo conocido y lo novedosamente incierto y, sobre todo, me hace sentir segura cuando, una vez dormida sobre tu pecho, sé por tu olor que me proteges con tus manos y que estás ahí. También es una gozada el poder olisquear el orégano y demás especias que nos transportan a los lugares lejanos de los que proceden, realizar el acto de estornudar escandalosamente y hacer determinadas deformaciones a la nariz para que adopte formas de animales…

No sé si apreciáis a lo largo de mi aburrido escrito lo grandiosos que somos pero cuando me da por pensar en cómo se forma a los seres me abruma irremediablemente, el cómo se puede hacer el amor físicamente, crear vida y, tras ella, hacer el amor con el día a día gracias a nuestras facultades.

Finalmente, tras la sofocada descripción y jadeante palpitar de las palabras que van poniendo final al clímax apunto de alcanzar en esta entrada, el oído acaba de poner en orden a las voces de los demás. Ese yo, ese sujeto que por medio de una melodía es capaz de hacer palidecer a cualquiera con un te quiero, una mala noticia o un grito desesperado de agonía. La voz, es decir, tu voz, es el más cálido huracán que desordena bruscamente mis sentimientos para dejarme sumida en ese canto de sirena que llevó a Ulises por el mal camino…revuelves mis esquemas y ya, cuando consigo poner en orden mis prioridades, despierto de tu turbador ensueño para darme cuenta de que la vida es muy bella por todo lo que me hace experimentar y sobre todo me doy cuenta de que, en mi día a día, hago el amor con los cinco sentidos a todo, a nada y a alguien en particular.

3 comentarios:

  1. Una vez más,experimento uno de mis mas deseados éxtasis,cuando me introduzco en tus ideas a través de tus inimaginables textos,que una vez más dejan ver mucho de tu persona incluso de tu vida.Decirte,que deseo que edites un libro,pronto porque yo sería el primero en comprarlo.

    Decir,que de toda la progresiva composición,el momento mas sensual yo romantico ha sido con esta frase: "beber es una necesidad y una prioridad para vivir y yo bebo vida y, a la vez, agua pero a veces no abuso para que el rico manantial de tu alma no se agote jamás."De aquí,un formalista sacaria poco,supongo.Jajaja.

    Un beso,y gracias

    ResponderEliminar
  2. a la mierda los formalistas jajaja viva los romanticos y los pirandelos jeje (y que ni un teórico toque mis textos porque son simplemente lo que son, no hay nada más)

    ResponderEliminar
  3. Creo...que hay pocos teóricos modernos que se atrevan a tocar tus textos,por mucho interés que susciten...Jajajaja.Me apasiona Teoría de la Literatura,se llega a descubrir muchas cosas de la vida,siempre relacionada con la literatura.

    ResponderEliminar